Este brazo articulado de Adamo usa cámaras 3D, sensores y termografía para medir la temperatura corporal y masajear con aire comprimido.
¿Se pondría usted en ‘manos’ de un robot para recibir un masaje? ¿Y si el robot ni siquiera tiene manos? Carlos Jiménez, managing director de Adamo Robot, puede subrayar, incluso, con cierta crudeza lo insólito que resulta contar con «un autómata para tratar el dolor. Seguramente todos hemos pasado dolor en algunas situaciones de nuestra vida y no es lo mismo fiarte de una persona que fiarte de un cobot [robot colaborativo]…».